sábado, 12 de marzo de 2011

Japón sacudido y en alerta

Desde ayer llevo siguiendo esta noticia, algo de este calibre no nos puede dejar indiferentes. Y como a cada minuto hay noticias nuevas en Japón, y sobre todo con respecto a la central nuclear, en la que se acaba de producir una explosión que ha dejado varios heridos os dejo el link desde donde lo estoy siguiendo todo (también lo teneis al final de mi blog para verlo desde aqui si quereis):

http://www.elpais.com/articulo/internacional/directo/3000/evacuados/cerca/central/nuclear/Fukushima/terremoto/elpepuint/20110311elpepuint_9/Tes

Espero por favor que todo termine bien, y desde aqui os envío todo mi apoyo.


_Gotas de lluvia que te mantienen alerta_

sábado, 26 de febrero de 2011

Una red de muertes

"Si se trata de ahorcarte yo te puedo ayudar". Macabra frase que escuchó, o más bien leyó a través de la pantalla de su ordenador, una de las víctimas de William Melchert-Dinkel, una de las tantas a las que, haciéndose pasar por una joven y agradable enfermera, incitó al suicidio a través de foros en los que tomaban contacto.


William Melchert-Dinkel, acusado de homicidio múltiple

El diario "El País" saca hoy la primera de las tres entregas de la historia que está revolucionando a EEUU a día de hoy, una de las muchas que suceden en ese país donde se defiende de igual manera la libertad de expresión como el derecho a poseer un arma. En ellas podemos ver como este enfermero de Minesota, a través de sus contactos mediante foros de la red, empujaba a estas frágiles personas que tenían ya instintos suicidas, o al menos es lo que este personaje alega en sus declaraciones ante el juez, a terminar con sus vidas de una forma rápida. Podeis encontrar aquí la primera entrega:


El relato es espeluznante, como el poder de unas palabras, de un engaño como fue realmente su actuación, ya que no hablaba con estas personas a traves de su identidad real sino mediante avatares creados con la idea de influir mucho más en estas personas de lo que lo hubiese hecho alguien como él, pueden mover a semejantes seres débiles e indefensos, pues es lo que eran estas personas que sólo buscaban un motivo para darle fuerza a su intención (si realmente se esclarece ante el juez que ellos poseían ya estas ganas de suicidarse), a cometer tales actos.

Pero su pena o castigo no me compete juzgarlo a mí, de eso se encargarán o un juez o un juzgado popular. Lo que si me gustaría tratar es el hecho que a raíz de este caso se ha levantado, un debate acerca de la libertad de expresión en Internet y lo que esta puede llegar a provocar, como se puede ver en este caso.

Se plantea pues la idea de controlar lo que circula por la red, pero si lo estuviesemos haciendo caeríamos en la censura, y eso si que no es admisible. Por supuesto hay contenidos de la red que no deben estar en ella, yo misma encontré un día un blog sobre ana y mía (para los que no conozcais esta terminología son los nombres que aluden a la anorexia, "ana", y a la bulimia, "mía"), un blog donde se fomentaban estas dos enfermedades y donde se daban trucos para no ser descubiertas ante familia y amigos, y ese blog probablemente seguirá funcionando, pero es que es muy difícil querer controlar sin llegar a censurar, hay una muy delgada línea que no se debe traspasar.

Nadie podría también pues realizar esta función con corrección, ya que todo el mundo tiene intereres propios que no permitirían que eso se llevase a cabo como debería de hacerse. ¿Cómo podemos pues resolver este grave problema, y una de las mayores desventajas, que tiene Internet?

Sinceramente no tengo la respuesta. A mi entender puedo encontrar una ayuda, algo que serviría a que estas cosas no sucediesen: la educación, una buena educación en lo que es Internet, en lo que puede contener, en todo lo que podemos encontrar y que, como en este caso, nos puede afectar. Una buena educación en la mirada crítica, en el rebuscar todos los posibles dobles sentidos que tenga tanto la información que desde él nos llega, como de todos los contenidos y personas que en él encontramos, solo si no practicamos un dogmatismo fanático acerca de cualquier cosa que este nos presente, si buscamos más allá, podremos encontrar la verdadera realidad. Y esto es algo que no sólo lo debemos emplear con Internet, sino con todas las facetas de nuestra vida.

_Gotas de lluvia que hacen pensar_

sábado, 12 de febrero de 2011

Retrato de sumisión

Si os digo el nombre de Aisha Bibi probablemente no conozcáis quien es, pero su historia ha recorrido el mundo y su retrato, realizado por Jodi Bieber, una conocida periodista sudafricana, se ha llevado estos días el premio a la mejor fotografía del año 2010 en los World Press Photo.

Esta imagen ha dado luz a un problema que todos conocemos, de oidas, más profundamente, por lo que la gente habla, o porque realmente nos toca de cerca, pero que ninguno ignoramos. Y esta es una de las más bellas funciones del fotoperiodismo, una de las que hace que me enamore de esta profesión cada día más, y es el hecho de mostrar aquellos temas que están olvidados, situaciones que ignoramos, enfoques que no vemos, pero que las cámaras captan y nos cuentan. Pero dejando el fotoperiodismo a un lado, del que espero hablar en otra ocasión más profundamente, me gustaría centrarme en el tema propio de la fotografía.

Esta es Aisha Bibi:

Fotografía de Jodi Bieber, la imagen de Aisha Bibi

Aisha Bibi es una mujer de 18 años (si mujer, me resulta raro decirlo, pero su situación y su historia, me permiten deducir la madurez de la que esta mujer de apenas 18 hace gala, madurez que en los países occidentales ni siquiera imaginamos con edades superiores) y como tantas otras mujeres afganas se casó muy joven, y como tantas otras mujeres afganas era maltratada por su marido, y como tantas otras mujeres afganas soportaba vejaciones y sufrimientos porque la tradición y la ley así lo dictan. Son tantas...

Y os preguntareis, ¿Cuál fue su delito? Pues bien, la falta de Aisha fue huir de la casa de su marido para refugiarse en la casa de su familia, y a esta llegó quejándose del maltrato que de este recibía. Allí estaría a salvo; aunque eso era si tenía la suerte de poseer una familia que veía y comprendía lo que le estaba pasando y que le daba cobijo ante eso, pues son muchos los familiares, mujeres incluidas, que han asumido de tal manera este tipo de tradiciones, que no toleran una insurrección de estas, aunque sea por parte de personas con las que les unen vínculos tan fuertes.

Su protección y tranquilidad no duró mucho. Una noche los talibanes llegaron a su casa exigiendo que Aisha fuese ajusticiada por su grave falta. Eses mismos talibanes que asumiendo el poder en Afganistan hicieron ley la más extremista interpretación de la Ley Sharia musulmana, condenando a las mujeres a una vida de meras esclavas, sin apenas ningún poder de decisión sobre su vida; el burka, la imagen más famosa de estas heroínas es sólo un símbolo de su sumisión ante el poder talibán y masculino.

El veredicto no tardó mucho en llegar, y mientras su cuñado la agarraba, el marido de Aisha le cortaba sus dos orejas y la nariz; abandonándola tras este acto inhumano y de una crueldad intolerable. Su delito, protegerse del algo que la dañaba, su castigo, la amputación de varios de sus miembros, para que así "aprenda la lección". Repugnante.

La suerte de Aisha fue que tras ser abandonada, la encontraron unos cooperantes y militares estadounidenses, que la rescataron, la cuidaron y tras estar un tiempo en un refugio para mujeres en Kabul, fue trasladada a Estados Unidos, donde se la trató de las heridas que la amputación había provocado y donde fue operada con cirugía reconstructiva para recuperar así su rostro de nuevo.

El rostro de Aisha es la imagen de la cruda realidad alfana, una realidad que ocurre en el mismo instante en el que nosotros nos tomamos un café, o en el que nos quedamos en cama cinco minutos más porque nos parecen pocas las ocho horas que hemos dormido hoy, su rostro es el rostro de miles de mujeres que sufren día a día, que llevan una vida de perros, hasta que para suerte de muchas, la muerte se las lleva, dándoles entonces algo de la paz que siempre han merecido.

Aisha nos enseña que aunque seamos indiferentes este tipo de cosas suceden a diario, y que nosotros no hacemos nada para remediarlo, pero en un problema de estas dimensiones, en las que un país entero está dentro de el, en el que cuestiones religiosas están de por medio,...nosotros, pequeñas hormiguitas, ¿qué podemos hacer? Pues habrá pues que buscar una solución ya que aún pequeños granitos de arena harán un todo que siempre por grande o pequeño que sea, siempre, ayudará a mejorar la situación.

_Gotas de lluvia que remueven el alma_

martes, 16 de noviembre de 2010

Dar la talla

"¿Qué siente una joven de 17 años con una talla 40 al proclamarse ganadora de los primeros concursos internacionales de tallas grandes?" Así comenzaba la entrevista a Carla Trujillo, la susodicha ganadora, que ofrecía esta mañana Eccus, una revista de ámbito universitario.

http://www.eccus.net/index.php/belleza/16/4029-carla-trujiillo-qno-solo-la-belleza-hace-triunfar-a-una-modeloq.html

Carla expresa en esa entrevista valores fundamentales que debemos inculcarnos a nosotros mismos: "lo importante es la salud", "la belleza no está en una talla de pantalón",...Algo básico que cualquiera, y más una niña de 17 años que quiere vivir de la moda, debe saber y, lo más importante, prácticar.

Pero el problema no es ese, sino el contexto que la rodea, ¿en qué mundo vivimos cuando los concursos de tallas grandes se hacen a partir de la talla 40? Y teniendo en cuenta que la talla media de las españolas es la 42, ¿quiere decir eso que tenemos todas sobrepeso? Y ya con respecto al medio, que me toca más la fibra, ¿qué talla usará la redactora que emplea el término "talla 40" como algo inaudito y poco común?

Carla Trujillo, talla 40
¿Alguien puede decir que esto es una talla grande?

Recuerdo que tras todo aquel revuelo de tallas en las pasarelas del 2006 y años posteriores, parecía que el ideal de mujer con curvas se estaba imponiendo o, por lo menos, se estaba intentando, ¿era aquello un espejismo?

Y yo me pregunto: si en cuanto te pasas de la 38 estás en las consideradas tallas grandes y de la 38 hacia abajo son solo top models de aspecto enfermizo que no asoman más que piel y huesos (por no atribuirles enfermedades conocidas que, siendo objetiva no tienen porque sufrir todas), ¿dónde están las tallas normales? ¿o es que ese baremo ya no existe?

_Gotas de lluvia que indignan_