sábado, 26 de febrero de 2011

Una red de muertes

"Si se trata de ahorcarte yo te puedo ayudar". Macabra frase que escuchó, o más bien leyó a través de la pantalla de su ordenador, una de las víctimas de William Melchert-Dinkel, una de las tantas a las que, haciéndose pasar por una joven y agradable enfermera, incitó al suicidio a través de foros en los que tomaban contacto.


William Melchert-Dinkel, acusado de homicidio múltiple

El diario "El País" saca hoy la primera de las tres entregas de la historia que está revolucionando a EEUU a día de hoy, una de las muchas que suceden en ese país donde se defiende de igual manera la libertad de expresión como el derecho a poseer un arma. En ellas podemos ver como este enfermero de Minesota, a través de sus contactos mediante foros de la red, empujaba a estas frágiles personas que tenían ya instintos suicidas, o al menos es lo que este personaje alega en sus declaraciones ante el juez, a terminar con sus vidas de una forma rápida. Podeis encontrar aquí la primera entrega:


El relato es espeluznante, como el poder de unas palabras, de un engaño como fue realmente su actuación, ya que no hablaba con estas personas a traves de su identidad real sino mediante avatares creados con la idea de influir mucho más en estas personas de lo que lo hubiese hecho alguien como él, pueden mover a semejantes seres débiles e indefensos, pues es lo que eran estas personas que sólo buscaban un motivo para darle fuerza a su intención (si realmente se esclarece ante el juez que ellos poseían ya estas ganas de suicidarse), a cometer tales actos.

Pero su pena o castigo no me compete juzgarlo a mí, de eso se encargarán o un juez o un juzgado popular. Lo que si me gustaría tratar es el hecho que a raíz de este caso se ha levantado, un debate acerca de la libertad de expresión en Internet y lo que esta puede llegar a provocar, como se puede ver en este caso.

Se plantea pues la idea de controlar lo que circula por la red, pero si lo estuviesemos haciendo caeríamos en la censura, y eso si que no es admisible. Por supuesto hay contenidos de la red que no deben estar en ella, yo misma encontré un día un blog sobre ana y mía (para los que no conozcais esta terminología son los nombres que aluden a la anorexia, "ana", y a la bulimia, "mía"), un blog donde se fomentaban estas dos enfermedades y donde se daban trucos para no ser descubiertas ante familia y amigos, y ese blog probablemente seguirá funcionando, pero es que es muy difícil querer controlar sin llegar a censurar, hay una muy delgada línea que no se debe traspasar.

Nadie podría también pues realizar esta función con corrección, ya que todo el mundo tiene intereres propios que no permitirían que eso se llevase a cabo como debería de hacerse. ¿Cómo podemos pues resolver este grave problema, y una de las mayores desventajas, que tiene Internet?

Sinceramente no tengo la respuesta. A mi entender puedo encontrar una ayuda, algo que serviría a que estas cosas no sucediesen: la educación, una buena educación en lo que es Internet, en lo que puede contener, en todo lo que podemos encontrar y que, como en este caso, nos puede afectar. Una buena educación en la mirada crítica, en el rebuscar todos los posibles dobles sentidos que tenga tanto la información que desde él nos llega, como de todos los contenidos y personas que en él encontramos, solo si no practicamos un dogmatismo fanático acerca de cualquier cosa que este nos presente, si buscamos más allá, podremos encontrar la verdadera realidad. Y esto es algo que no sólo lo debemos emplear con Internet, sino con todas las facetas de nuestra vida.

_Gotas de lluvia que hacen pensar_

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